jueves, 26 de septiembre de 2013

Grano o extracto de malta, this is the question!

Como ya comenté en mi anterior entrada, la cerveza que voy a realizar es "todograno". Eso quiere decir que utilizaré cebada (previamente malteada y molida) y que la tendré que macerar (proceso que puede durar unas 2 horas aproximadamente) y luego hervir el mosto que obtenga del proceso anterior (de una hora a hora y media). En pocas palabras, un coñazo.
Vaciando el extracto de malta de mi primera
cerveza

En el mercado existen unos productos denominados extractos de malta. Dichos artículos consisten en concentrados de cebada malteada la cual ya ha sido previamente macerada y hervida. Por lo tanto ese proceso lento que he descrito en el primer párrafo nos lo saltaríamos y sólo tendríamos que cocinar el producto unos 30 minutos aproximadamente. Es mucho más simple y se recomienda para los principiantes (como yo).
Estos extractos se presentan en formato de polvo (como la leche en polvo) o convertido en una especie de melaza.
El principal inconveniente de estos es que las recetas (las mezclas de cebada con trigo u otros ingredientes) ya vienen prefijadas por el fabricante. Por lo tanto, es difícil crear una cerveza personalizada desde estos preparados.
A pesar de todo ello, realizar una cerveza con extracto de malta es tan interesante como con grano. Al final, los procesos de fermentación y maduración (que son los últimos pasos) son lo mismo.
Este es el saco de cebada malteada que voy
a preparar.

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